domingo, 20 de abril de 2014

Lo que veo de mi ECCI

El ARTE  DE MI ECCI


Cuando entro a la universidad ECCI veo una Bogotá pequeña y antigua,  detenida en el tiempo,  una época olvidada,  la cual no nunca pudimos ver.  
La cuidad la cultura de un pueblo empezando a renacer., Esta Bogotá pequeña  en marcada  en la sede principal resalta una parte de esta Bogotá
,  que si la ves, en el centro  se ve una calendaría antigua, con sus faroles que tienen  grandes postes  de color negro brillante que en la noche  destellan una luz amarilla y los hace ver   más antiguos , unas lámparas colgables  de centro de salón que destellan un brillo autentico  sin encenderlas , que   llaman la atención de los que  pasar por debajo,  porque  parece  que estas en un salón de baile de los que hacían hace muchos años;  ves unos  cuadros  que resaltan diferentes épocas,  a plena vista muestran diferentes formas y expresiones  y  sobresale sobre todo la elegancia del pintor  y de una época pasada. 
Si la recorres, te  encontraras con reliquias hermosas como las de la sede B., alejado de  las multitudes  cerca  de uno los laboratorios,  se encuentra  un teléfono de tiempo de los bisabuelos, que tiene la bocina ancha y disco para marcar, los números con muchos detalles en el , al lado  una de las  máquinas de escribir  más  antiguas  que he visto  tiene aún  la cinta  negra   donde se nota  cientos de textos escritos con ella,  no funciona  pero podrían hacerla funcionar de nuevo,  todo esto está encima de un mueble que está en perfectas condiciones, su diseño es viejo pasado de moda,  pero  aun así siendo muy conservador,  dan ganas de abrirlo pasa saber  si hay algo más, escondido. pasando a las sede C te encuentras con  una gran colección de espejos que sus marcos denotan el transcurrir del tiempo y el detalle de escultor de una época barroca.
En las esquinas de cualquiera de los pisos ves esculturas grandes, pequeñas  y de muchas formas o jarrones de diferentes materiales  que parece que recorrieras un  museo mientras vas de una sede a otra a lo largo que recorres las entradas de las sedes.  

Pero algo que nos encanta a muchos un piano de cola que está a la entrada, que le da el toque más clásico  y un poco más antigua pero con muy buen gusto;  En donde cualquiera puede acercase  a tocar, al  escuchar las melodías,  te cambia, de sentido  y de lugar, te transporta, y te lleva  como a una salón de baile antiguo, o un salón de concierto clásico.
Lo que pasa de una época a otra  son los sofás que encuentras alrededor de la plazoleta que tienen diferentes estilos colores y formas hace pasar el tiempo de una época antigua a una más moderna sin dejar pasar la comodidad.
Así es  el recorrido de la pequeña Bogotá, en la universidad ECCI que no deja de lado la Bogotá olvidada, agitada por las nuevas generaciones haciéndonos  recordar la antigua pero hermosa Bogotá.

SAMIR ALEXANDER GUZMÁN RAMÍREZ
20 DE ABRIL DE 2014
 




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